martes, diciembre 01, 2009

Matrimonio Gay

No sólo deberíamos poder casarnos. Deberíamos luchar por mayor igualdad en todos los ámbitos. A saber:

1-¿Por qué ellos pueden escupir mucosidad por un orificio nasal tapándose el contrario y nosotros no? ¿Por qué dejamos en algún momento de nuestra vida de luchar por adquirir esas capacidades?
2-El pellizco en un testículo que ellos hacen en público disimulado por un pequeño movimiento de mano sobre la zona abultada que a nadie engaña, nosotros sólo lo dejamos para el ámbito privado. Eso habla aún de auto exclusión.
3-Porqué relegarnos a Palermo, Colegiales y Belgrano ¿El sur qué? ¿Somos todos ricos? ¿Dónde está el proletario gay (call centers)? Armemos Kibbutts en los barrios tomados por el heterosexualismo y de a poco, sin ser notados, copemos los lugares estratégicos: Con vista a parques y cerca de supermercados.
4-Propongo, compañeros, que cerquemos los lugares que ideológicamente forman las sociedades. Seamos maestros, profesores (Aún de gimnasia), religiosos, políticos, comunicadores: Seamos quienes formen ideológicamente a sus hijos... Es verdad. Casi ya está hecho. Dará sus frutos más adelante.

Sólo es el inicio de un tratado. Un acuerdo para lograr una mayor libertad. Una sociedad que nos contenga a todos. Igualdad para todos o chupala.

lunes, mayo 19, 2008

Un buen par de tetas

-No entiendo.
-¿Qué?
-No sé. Me cuesta entender ¿No te gusta nada?
-No. O sea, puedo darme cuenta si es linda o no, si es atractiva, pero no me va a excitar.
-¿Nunca te calentaron un buen par de tetas?
-No.
-Tetotas en musculosa ¿Nunca te dieron ganas de chupar un buen par de tetas?
-No.
-Te juro que no te entiendo.
-Mira, dónde vos ves unas tetas para segregar tu fluído bucal, yo sólo veo un lugar para segregar mis lagrimales.

jueves, marzo 20, 2008

Cuestionario

-Buen día.
-Hola... buen día...
-¿Sí?
-Mire... yo llamaba porque creo, no sé, tampoco quiero adelantarme...
-Sí, dígame con confianza. Nosotros no grabamos las conversaciones.
-Podría ser que fuera puto.
-Aha... Dígame ¿qué lo hace sospechar?
-Bueno, son varias cosas en realidad.
-¿Le gusta la ropa en demasía?
-Sí... si, me gusta la ropa.
-Cuando hablamos de ropa no nos estamos refiriendo a Zapatillas u/o Jeans. Tampoco remera cuello redondo con impresiones ¿Quitando eso aún le gusta la ropa?
-Sí, quitando eso, me sigue gustando mucho.
-Aha ¿Recurre a la peluquería?
-Sí.
-¿Cuanto gastó en la última visita? ¿Menos de 15? ¿Más de 25? ¿Superó los 45?
-48
-Apa Apa...
-¿Qué?
-No, no, no saquemos presunciones apresuradas. Continuemos ¿Cuál fue el hecho que lo empujó a llamarnos?
-Ayer un hombre me miró... y me dio la sensación de que sabía algo.
-Aha. La mirada fue: suave y esquiva o profunda e incisiva.
-Profunda e incisiva.
-¿Su respuesta a la mirada?
-Me dio un poco de vergüenza.
-¿A pesar de la vergüenza lo observo repetidas veces en forma sostenida durante cortos períodos de tiempo?
-Sí.
-Ay ay ay....
-¿Qué?
-No, nada, pero yo tengo que prepararlo con ese tipo de modismos para una respuesta que parece inevitable.
-Pero yo nunca tuve sexo con hombres.
-Eso no importa. Hoy la mayoría de los homosexuales no tienen sexo con hombres y la gran mayoría no tiene sexo. Se puede ser gay sin sexo.
-Ah ¿sí?
-Sí, claro.
-Yo pensé que era más común...
-Ah, no, es un pensamiento frecuente el que ha tenido. Pero sepa que si finalmente decide tomar el camino, mantener relaciones sexuales homosexuales no es tan simple como se plantea en los medios de comunicación o en las conversaciones familiares.
-¿Y qué ventajas tendría?
-En principio, ninguna. Nosotros tenemos como decisión corporativa el intentar acompañar a los pre-homosexuales que nos llaman hacia el camino de la heterosexualidad. Entienda, no tiene que ver con la discriminación o la búsqueda de una sociedad normal, sino con la sobrevaloración de un estilo de vida que en definitiva se parece mucho al de un tío solterón ¿Usted ha tenido tíos solterones?
-No.
-Ah, qué pena. Entonces la analogía no le dice nada.
-No.
-Si yo digo Lily Tomlin, usted ¿Qué me dice?
-Me encanta Lily Tomlin.
-Bueno, hagamos algo. Le voy a recitar el protocolo de la compañía para casos de homosexualidad latente contenida.
-Espere que anoto.
-Aha ¿Qué tipo de lapicera va a usar para anotar el protocolo?
-Lapicera de gel bordeaux.
-Bueno, en ciertos casos recitarlo es una pérdida de tiempo y tengo dos llamadas más en espera. Ingrese a la página web que está escrito el protocolo completo y consejos para no tentarse.
-Ah... muchas gracias.
-De nada. Que tenga un buen día.

domingo, febrero 03, 2008

Último mail

De Marcos (mirco_79@xxx.com)
a Sergio (Porveporsiempre78@xxx.com)

Hola. Te escribo porque, bueno, hoy tuve noticias tuyas después de veinte días que no aparecías. Y la verdad es que no fue la mejor forma de saber de vos. Mi vieja recibió la invitación del casamiento. En la tarjeta dice familia, asi que te agradezco porque veo que también tuviste la delicadeza de invitarme. Pensé que habías viajado por trabajo, así que no me esperé semejante notición que sólo un párvulo estúpido como yo podría no haber visto venir.

Pensar que hace 28 días estábamos fumando en mi balcón, te acordas? me tenías de atrás besándome el cuello? Y pasó Vanina y te tuviste que tapar la boca para no largar la carcajada cuando te dije que tenía el culo más inmenso del barrio, culo de mandril. Y ahora va a tener que meter ese culote en un ajustado traje de novia. En definitiva, no esperaba algo muy distinto de tu parte. Nada valiente salió nunca y esta ocasión no tenía porqué ser la excepción. Pero como ya fui un pelotudo mucho tiempo y muchos pelotudos me cagaron meses y meses de mi vida, decidí por mi sanidad mental que vos vas a hacer el último. La vida es una tómbola, y vos te sacaste el premio.

La cuestión es ésta, ya que no te quiero quitar más tiempo teniendo en cuenta que sólo quedan sesenta días antes del casamiento. Dos cosas: En principio, con la llegada de la invitación doy por terminado cualquier cosa que hayamos tenido nosotros. Es evidente que vos lo terminaste antes, pero ésta es mi oficial renuncia. En segundo término, y dado que has demostrado lo cagón que sos, pretendo jugar un poco con esa debilidad. Pero, ponete contento, sólo por un tiempo, sólo por sesenta días. No pienso interponerme en nada que esté consumado, pero hasta que el juramento no sea legal, sólo te informo que ante la más mínima oportunidad de cagarte la vida no pienso dudarlo ni un segundo.

No desesperes, la idea es ésta. Te tengo completamente agarrado de las pelotas: fotos, mails, etc. Pero no voy a salir desesperado a hacer nada. Voy a esperar. Si en éstos sesenta días que tengo por delante me levanto de mal humor; el pelo se me levanta por la humedad; se me ensucia el pantalón blanco con una mancha que no sale; mi jefe me hace quedar después de hora un par de veces; ningún chongo se me acerca en el pub o cualquier cosa que modifique el delicado equilibrio que dejaste tras la partida, le mando un mail a la culona con las fotos y un par de frases que te animaste a escribir en esas noches de calentura infernal que decías tener por mí.

Pero la obsesión es un juego de niños y ésta es una etapa que yo quiero superar por completo. Es por eso que te repito: si en éstos sesenta días que faltan para el casamiento no escuchás nada de mí, estate seguro que esas fotos y esas frases serán cosas de las que nunca te vas a tener que preocupar. Pero en éstos sesenta días, los que tenés por delante, me pareció interesante que además de todas las preocupaciones que debés tener, le sumes a la posibilidad de que la novia se entere de tu frenesí al cogerte repetidas veces al vecino de la otra cuadra o de lo mucho que te gustaba chupar (Hay fotos ¿te acordas? Vos las pediste).

De vuelta, entiendo que quizá estés siendo castigado por un montón de otros boludos que se suman a la manga de hijos de puta que jugaron conmigo, pero la verdad, es que sos uno de esos. Y alguno iba a terminar pagando en definitiva. No te quito más tiempo. O nos estamos viendo en los próximos sesenta días o no te pienso ver más en toda mi vida.

Espero que si todo sale bien, bueno, que seas feliz, y que no pienses en mí cuando se la estés dando por ese culo inmenso y deforme. Por último, en esos momentos en los que dudabas si eras puto o qué eras (Lloraste ¿te acordas?), bueno, intentaba ser condescendiente diciéndote que no, qué sólo eran ganas de experimentar. La verdad, y sobre esto tengo vasta experiencia, es que estás a dedo, dedo y medio de que te rompan el culo, así que Vanina tiene un futuro por delante... maravilloso.

Que seas feliz, y que hagas feliz a mucha gente.

Abrazo fraterno, Marcos.

lunes, diciembre 31, 2007

Año nuevo

-¿El pollo agridulce o con verduras?
-Con verduras.
Me alcanzo el plato y siguió repartiendo comida uno por uno. Habíamos empezado a comer tarde. Eran como las once. Pero en mi familia se come rápido y de a mucho. Si empezáramos muy temprano no nos alcanzaría la comida. La mesa era larga. Dos mesas unidad por el mismo mantel.
-Los perros están enloquecidos.
-Yo puedo ir a tirar aho…
-¡No! Comes primero y después. Ahora no. Come con la familia.
-¿El pollo de dónde es?
Hace varios años que nadie cocina para la fiesta. Fue una propuesta acertada de la rama femenina de la familia, que siempre es la que en definitiva toma las decisiones en forma solapada en mi familia. Corre en sus venas la ambigüedad de hacerle creer al hombre que es el hombre y de manejar las riendas de todo con sutileza.
Después de estar varios días no me entra comida. Como poco en la cena de las fiestas y mucho en el resto del día. Vos quisiste poner música. No solemos poner, pero los más jóvenes vamos creciendo y queremos darle a esto un toque más festivo. Abriste tu mochila repleta de TDK’s. Siempre desordenados. Parecía que reconocías los diferentes tonos del negro del casete porque siempre encontrabas el que querías. Me miraste. Cruzamos miradas porque yo no podía dejar de mirarte. Sonreíste y a mi me tembló el tenedor. Es imperceptible para el resto el amor, entre tanto ruido de cubierto y anécdotas graciosas de la familia. Estabas sentado lejos y lo suficientemente cerca.
Comenzó a sonar ‘I promise myself’. Casualidad no fue. El verano pasado te había confesado que ese tema para mi representaba a las fiestas familiares. Al olor del pollo, a la ensalada de papa y mayonesa. Estábamos acostados sobre el pasto, con el sol dándonos por todo el cuerpo. Vos con la malla roja y yo con remera. Vos apoyaste tu mano sobre la parte de baja de mi espalda, te sonreí. Ingresaste la mano por debajo de la remera y comenzaste a subirla hacia mis omoplatos y en casa centímetro que subía mi cuerpo se estremecía más. Recorrido exquisito interrumpido por los ladridos del perro que anunciaba la llegada de alguien.
Ahora sonaba ese tema. De un casete que sólo vos podías reconocer. Yo, exteriormente insignificante, por dentro era el más feliz de la fiesta. Comiste atragantándote como siempre lo hacías y tomando más alcohol que cualquiera de nosotros. Casi no participaste de las burlas por los equipos de fútbol, y yo por dentro lo agradecía. No veía la hora que se hicieran las doce para acercar mis manos a las tuyas con la excusa de chocar la copa.
-¿Puedo ir ahora?
-Manuel, no, basta. Espera que terminemos de comer.
-¿Sabés quien estaba mal? La hija de Ventura, del kiosco.
-¿Qué le paso?
-Pasame papas.
Las doce llegaron, inevitablemente. Nos paramos. Cruzamos los brazos y las copas entre todos y los más chicos corrieron a la calle a reventar bengalas. Mi tía y mi mamá fueron a buscar el postre helado. Era el primer año con heladera con freezer y ésta era una de sus ventajas. Intenté mirarte pero estabas en tu mundo. Empezamos a salir a la calle. Todos. Y éramos muchos. Quedé relegado. Sólo. Llegué a la escalera, me mire en el espejo y cuando iba a continuar por el pasillo hasta la puerta de salida, me agarraste de la remera desde la escalera, bruto, como eras. Me arrastraste por los escalones hasta que subimos todos los escalones y sobre la pared blanca, que mancho mi camisa azul, me diste el beso de fin de año, que a esa altura, era el beso de año nuevo.

viernes, octubre 26, 2007

Para el sobrecito de azúcar

El aborto es ilegal, fundamentalmente,
porque los hombres no se embarazan...

domingo, septiembre 30, 2007

Saliendo del closet

La madre esta cocinando, con su delantal a cuadros rojos y blancos, un poco sucio, un poco roto. El olor a la cebolla y el ajo sobre el aceite caliente ya invade toda la cocina. Ramiro está sentado en una silla sobre la pequeña mesa de la cocina. Sus manos transpiradas de nervios, las palpitaciones al límite. La mano fuerte de la madre comienza a abrir la lata de tomate, siempre 'salsati'.

Ramiro: Ma, tengo que decirte algo.
Madre: Sí, decime.
Ramiro: Para. Es importante.

Su madre se da vuelta preocupada. El cuerpo de Ramiro comienza a dar pequeños espasmos como siempre que decide decir la palabra en público. Pero esta vez era a su mamá. La misma madre que la cambiaba los pañales y le compraba helado todos los viernes de verano. Era su mamá ¿Cómo se le dice eso a su mamá?

Madre: No me asustes, Ramiro ¿Qué te paso?
Ramiro: No te pongas mal.
Madre: Por favor, decime que me ponés mal.

Ramiro duda...

Ramiro: Soy..., heterosexual.
Madre: No...
Ramiro: Sí. Andrea no es mi amiga. Estamos viviendo juntos. Somos pareja.
Madre: Ay, no.
Ramiro: No te pongas mal.
Madre: No..., espera, dame un segundo.

Los ojos de Ramiro se llenan de lágrimas. La madre se acerca y lo abraza fuerte. La cabeza de Ramiro se aplasta contra el vientre generoso de su mamá.

Mamá: No, mi vida. Es que me sorprendés. Vos sabés que te quiero y que... nada, es tu vida. Vos tenés que ser feliz ¿Sos feliz?
Ramiro: Sí.
Mamá: Eso es lo importante.
Ramiro: Mamá...
Mamá: Ay, qué, no me asustes.
Ramiro: Vos no tenés la culpa, mami.
Mamá: Ya sé mi vida... fue tu padre.

lunes, agosto 13, 2007

Soledad

-El sentido de las cosas. Yo lo encuentro en la belleza. Siempre, desde chico. Mirar y entenderlo. El sentido está lejos del habla creo. Me acuerdo que siempre me sentaba en la puerta de la casa de mi abuela. Antes tenían esa especie de patio externo. La vereda era diferente, antes. Se extendía más. Y a la hora de las siesta, me sentaba a esperar no sé qué. Siempre. Y en un momento, por la calle de tierra que se abría frente a la casa, se empezaba a escuchar el sonido de unas botellas, tintineando. Y era el botellero que comenzaba el recorrido. Y pasaba, y las botellas en la parte trasera del zulki hacían ruido y brillaban con el sol de la siesta dándoles de lleno y yo estaba sólo ahí, sin otro sonido, y mirando esos pequeños brillos sobre la calle desierta. Eso me daba felicidad. No entendía porqué. Y despúes lo entendí. Me fascinaba la imagen, me fascinaba la sensación de que yo era el único que podía apreciar esa belleza. Esa sensación de soledad y felicidad por poder estar sólo. Y ahora tengo eso. Busco la belleza en todo, y busco por donde nadie busca. Mi belleza. Cuando la encuentro, no me siento tan sólo. Y a la vez me siento feliz de poder estarlo. La belleza es mi soledad.

viernes, junio 01, 2007

Implantación de la incertidumbre

-... bueno, tampoco hay que ser vidente para darse cuenta cuál es tu problema.

-¡Yo no me doy cuenta! ¡¿Cuál es mi problema?!

-... bue, ¿si no sabés vos?....

-....

domingo, mayo 27, 2007

No te pares frente a mi

Me dijo: 'no te pares frente a mi, con esa mirada tan hiriente'. Sabía que de algún lugar me sonaba esa frase. Eso no era de él, no era original. Una vez más sacaba frases de temas y películas y los convertía en despecho propio. Una drama queen de catálogo. Lloraba, con la cabeza baja. Lloraba como lloran los que se preocupan porque la lágrima caiga justo en la frase más dramática. Lloraba como los que desean verse llorar frente a un espejo. Imposible alcanzar remotamente cualquier tipo de sinceridad y algo genuino en su alma. Quién utiliza a ésta altura un pañuelo de tela simil seda para secarse la cara? Quién lo guarda en su bolsillo esperando la ocasión justa? Quién prepara el tema de ruptura y lo deja en 'repeat track' en su winamp v5.21?

Me sentí patético por su propio patetismo. Sólo le falta bailarme la danza de la ruptura. Estudiar actuación desde los 13 puede arruinarle el cerebro a cualquiera, lo sé. El actor es una persona muy particular, pero con suerte el avance del 3D nos librará de todos ellos. Estoy seguro que todo lo que me dijo es parte del papel que está preparando para la audición de la nueva comedia musical. Sino es inentendible las referencias al nazismo y la decadencia europea de la pre-guerra. Y yo lo escuchaba intentando palabra a palabra encontrar algo de verdad. 'Estrechez de corazón', ese era el tema. Lo escuché en una plop tiempo despúes. El día siguiente a ese monólogo me paso la invitación para ir a ver la muestra anual que hace con su grupo de teatro. Ahí volvió a usar el pañuelo de seda y yo pagué 15 pesos para verlo. Con fracaso tatuado en su frente, con pasos de mujer en cuerpo de hombre, dejaba el escenario y volvia a entrar imperceptible para las musas de ese arte.

En la fila siguiente a la mía, un chico de pelos revueltos y anteojos intentaba leer un libro en plena función. Nos cruzamos luego en el baño y luego tomamos juntos algo en el bar de al lado. Escritor. Atribulado. Apesadumbrado. Una visión de la vida tan pesimista como adolescente. Me cautivó con su inocencia. Y a los pocos meses nos seguíamos pasando libros en la cama. Cuanta poesía. Sobre todo de la chica esa que se suicido. No me sale el nombre... Alejandra P. Las recitaba parado en la cama los domingos a la mañana, con el sol pegándole en el cuerpo blanco y desgarbado. A los meses me escribió una carta de 82Kb, que impresa eran alrededor de 27 páginas, en dónde me explicaba las diferentes razones por las que ya no quería compartir sus libros conmigo. En las primeras cinco cortaba la relación. Para la carilla 15 volvía a amarme, y se arrepentía en la 23. Pobre.

Busco alguien de oficio noble ahora. Pintor, brocha gorda, quizá carpintero y porque no un docente. Eso me gustaría. Docente como mamá. Ya conozco sus problemas y he aprendido a escucharlos sin prestarles atención.